Bonanni y el sindicato el empeño de una vida

Una vida pasada en el sindicato. Cuarentaicuatro años de batallas, mediaciones, diàlogos; empezando desde abajo para llegar hasta la sala donde confluyen todos los problemas nacionales. Ha sido uno de los màs importantes colaboradores de Sergio D’Antoni, sin embargo Raffaele Bonanni cuando habla de “su” Cisl, parece un muchacho lleno de pasiòn de dar a los trabajadores, para ayudarlos, sostenerlos y – cuando es necesario – guiarlos tambièn en los caminos difìciles. Bonanni es un abruzzese verdadero, naciò a Bomba el 10 de junio de 1949, una ciudad de 930 abintantes de la provincia de Chieti que forma parte de la Comunidad Valsangro.
Y nuestra entrevista inicia de allì….

Cuando era niño como percibìa el trabajo de los adultos?
Yo vengo de la campaña, y allì el trabajo se percibe de manera diversa porquè es una actividad natural de la vida misma de las personas, sin darte cuenta todo es trabajo. Si tu ocupaciòn era la viña, era normal pasar horas en cultivarla, y despuès recoger los frutos para poder preparar el vino. Despuès de una jornada de trabajo era normal en la noche ver a los padres o a los abuelos reparar los zapatos, ver a la abuela coser o tejer. Mi papà era un buen barbero, y tambièn zapatero, gasfitero, electricista. No existìa un tiempo para trabajar, uno para divertirse, uno para hablar…. Todo aquello que hoy llamamos pasatiempo era parte activa de la jornada.

Y usted hoy, con todos aquellos enseñamientos, hace algo en su casa?
Los trabajos elèctricos, por ejemplo, los he hecho yo. No solo eso, en mi casa de Abruzzo tengo un Fiat 500 del 1971, un 600 del 1958, un R4 del 1972, la moto de cuando tenìa 20 años: todos funcionan, y gran parte del mantenimiento lo sigo en primera persona. Hoy es un pasatiempo, pero en esa època …no lo era.

Abuelo, abuela, padres…. Sensaciones fuertes y enseñamientos de vida. Cuanto vale el recuerdo de su familia y como ve hoy esta instituciòn?
Existen distancias enormes entre la familia de 50 años atràs que vivìa en campaña y la de nuestros dìas de ciudad. No solo porquè todos vivìan en el mismo lugar y en el almuerzo y la cena estaban todos juntos a la misma hora; sino tambièn porque cada uno dependìa del trabajo del otro. Mi padre, mi madre, el abuelo y las dos tìas: estar en familia era ayudarse recìprocamente. Y en este modo se transmitìan las tradiciones, enseñamientos y valores.

Tambièn en el sindicato vale el concepto de estar juntos…
Sì, el sindicato significa justamente estar juntos. Y ademàs es la ùnica realidad donde se adiere pagando. Una experiencia de condivisiòn ùnica, tanto es verdad que hoy en la polìtica ni pagan ni estan juntos: no existen màs los partidos polìticos, solamente comitès electorales. La questiòn es seria: quien paga por estar dentro de una federaciòn quiere decir que cree en los valores que èsta representa, toma una desiciòn no solo meditada sino tambièn fuertemente responsable para empeñarse con los demàs. La politica en cambio se reduce a algùn mònada y allì todo termina, porquè una cosa es cierta no hay uno que provee para todos sino cada uno provee para sì mismo estando junto a los otros. Hoy la polìtica produce solo mariposas, lìderes que tienen vida breve. Y nos habìan hecho creer que todo era un fenòmeno de la modernidad.

Que diferencia hay entre el sindicato como concepto y los sindicatos como expresiòn que lo encarnan?
Para empezar en Italia el sindicato es plural, y mi sindicato no nace confesional como habrìan deseado las Acli, sino como en cambio quiso Giulio Pastore, hombre sumamente religioso perseguido durante el “fascismo”, se inspira a la doctrina social de la Iglesia. Quièn tiene esta inspiraciòn no piensa que una clase se ponga contra otra clase.
Los otros sindicatos tienen otras raìces……

Estas diferencias han impedido el diàlogo entre los mismos sindicatos?
La dialèctica no es jamàs un mal, a condiciòn que se realice en modo ordenado y con respeto recìproco. Digamos que de vez en cuando la dialèctica no ha sido respetuosa. Mi sindicato ciertamente no es violento, ni verbalmente ni con los hechos. A otros les ha sucedido de ser intolerantes………

De su observatorio, la polìtica actualmente què cosa piensa de los sindicatos?
La polìtica de hoy organizada en comitès electorales no puede ver con buen ojo al sindicato, sobretodo porquè es una entidad organizada. Tienen dificultad para relacionarse. Pongo un ejemplo: si se escucha hablar a dos personas desconocidas, una de las cuales es un sindicalista de la Cisl y la otra un polìtico es muy probable confundirse porquè el sindicalista parece un gobernante y el polìtico parece un populista.

Còmo se logra ser Secretario general de un enorme organismo con 4,5 millones de inscritos?
Con la selecciòn de Darwin -responde bromeando- al final alguno sobresale. No puedo decir por suerte porquè serìa desconocer el proceso delicado de selecciòn al interno del sindicato, pero …… yo creo en la Providencia.

Y despuès de haber tocado la cima, què cosa hay?
En tanto hay el trabajo de reorganizaciòn de una màquina sindical que necesita ser restructurada, aligerida, reorganizada. El trabajo que tenìa que hacerse se ha realizado: la Uniones territoriales eran 124 ahora son 58; las categorìas de representaciòn eran 17 ahora son 7. Operaciones muy difìciles, en las cuales he debido empeñarme en primera persona…….

Ha sido recibido de Renzi para una confrontaciòn?
Ni yo lo he llamado ni èl me ha llamado. Ademàs èl declara que no desea tener encuentros con los sindicatos, y yo creo que està equivocàndose; no por nosotros sino por si mismo y por la responsabilidad que tiene a su cargo. Lamentablemente esta es la señal de los tiempos.

Si podrìa dar un consejo al Primer Ministro, què cosa le dirìa?
Le dirìa de utilizar màs la palabra “nosotros” y menos la palabra “yo”. Porquè uno que decìa siempre “yo resuelvo todo” ya lo hemos tenido.