El cortocircuito Estado–Policía

“Hemos luchado contra la mafia y derrotado al terrorismo, cada año controlamos el orden público de 20 mil manifestaciones. Pero basta utilizar la porra con forofo para que se olviden de todo”. Giuseppe Tiani, Secretario Nacional del Sindicato Italiano Miembros de la Policía (SIAP) explica bien el actual malestar de las fuerzas de orden público. Cuerpos que tiempo atrás eran apreciados y estimados, y que hoy día parecen estar relegados a un papel marginal, a veces condenados por el eco mediático, a interpretar el papel del “malo de la película”. Una situación que, según Tiani, tiene muchos padres, empezando por “un país que reconoce los lobbys y la partidocracia estructuradas”, pasando por el amplio relieve “que se les da a los movimientos anarquistas y contestatarios” (que desde siempre han tomado partido contra los guardianes del orden público) hasta llegar al sentimiento de aquellos ciudadanos que “ya no creen en nuestro modelo de Justicia ni en quienes lo administran”.

Sin olvidarse, por cuestión de coherencia intelectual, de algunos “episodios negativos sucedidos a las fuerzas de policía, como el caso Aldrovandi (el joven muerto en Ferrara a manos de algunos agentes nde.) A todo esto hay que añadir, explica el número uno del citado Sindicato, que “a la Magistratura y a las fuerzas del orden nos ven como si fuéramos una sola cosa”.

En resumen, algunos se olvidan de que juegan papeles diferentes y así sucede que les metan a todos en el mismo saco. Tiani destaca con fuerza que “Nosotros tenemos una función diferente de la de los jueces: tenemos que hacer frente a todas las emergencias nacionales”. Para subrayar este aspecto el líder sindical no habla con medias palabras: “Gobernaciones Civiles y Jefaturas de Policía –nos cuenta– se han convertido en el basurero de las competencias que ninguno otro tiene”. Pero ¿cómo se sale de esta situación? “El Estado tiene que recuperar su autoridad y los políticos deberían tener más cuidado con su propia conducta personal. El problema que también angustia en estos días a la Policía es el de los sueldos, que han acabado en la guillotina gubernamental de la revisión del gasto para obedecer así a la solicitud que Europa ha presentado sobre la reducción del gasto público.

Sobre este punto Tiani quiere dejarlo bien claro: “Nuestras reclamaciones no están unidas a los ascensos por contrato, porque nos damos cuenta que hay millones de personas sin trabajo. Solo pedimos que no nos recorten el sueldo, que ya fue retocado con una disposición del último gobierno Berlusconi”. Por otro lado, según el jefe del SIAP, existirían soluciones para gastar menos en el capítulo de la seguridad. Por ejemplo, a nivel local se produce “una multiplicación de los centros de gasto de los guardias municipales, mal llamados policía local. Lo que falta hoy día es una disciplina unitaria, por eso cada municipio puede crear el cuerpo que quiera, gastando dinero del Erario público. Haría falta una ley marco que estableciera reglas válidas para todas las administraciones ciudadanas”. Tiani lo tiene muy claro sobre el temido reagrupamiento de las fuerzas del orden. Admite que con el paso del tiempo “se han superpuesto las tareas y habría que racionalizarlas” y sin embargo “la diversidad es un valor. Por ejemplo, es a la Policía a quien le corresponde la tutela del orden y la seguridad del país y, en esta misión, está flanqueada por los Carabinieri, que están ampliamente diseminados en los centros pequeños. Por ello –concluye– su fusión sería una elección desacertada, porque la distribución por el territorio y las funciones respecto a los ciudadanos son diferentes”.

En definitiva, oyendo hablar al conocido sindicalista, se deduce que la imagen del policía se ha visto dañada por la mala política y por una información distorsionada. Un bofetón a todos aquellos que, en lugar de revalorar el constante sacrificio de los agentes, se aprovechan de episodios aislados para crear un clima desestabilizador.

Traducción a cargo de ProLingua